Wilfredo Alfsen es candidato a la alcaldía de Santiago. Su rutina comienza cuando el sol aun no sale. Lee el diario mientras desayuna, luego baja hasta su taller, en el que le espera una larga fila de bicicletas para ser arregladas. «Yo debería estar disfrutando de mis nietos, de la vida, de mi pensión, sin embargo, no me alcanza, mi jubilación es indigna«, enfatiza.

Argumenta que uno de los motivos para presentarse como candidato es, si bien velar por todos los vecinos de Santiago, quiere poner especial énfasis en el adulto mayor, que representan el 17 por ciento de los habitantes de la comuna (una de las más altas del país).

En ese sentido, Alfsen asegura que existirá mucha dedicación para este segmento, con programas dirigidos a mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, en salud, deportes, transportes e integración. «¿Cómo logramos que convivan dos generaciones en los mismos espacios comunes?, es uno de los grandes temas que incorporaremos enfatiza».

Wilfredo Alfsen, se desplaza en bicicleta, es enérgico, cercano a la gente, se le puede ver a diario recorriendo las calles de la comuna, de compras, conversando con la gente, las Juntas de Vecino, y entre medio de este ajetreo, hace una pausa en su rutina para esta entrevista.

¿Por qué se presenta como candidato a la alcaldía de Santiago?

Porque a los Humanistas nos parece importante presentar una opción diferente a las que están representadas por el duopolio. Para los habitantes de Santiago es bueno poder optar por una propuesta como esta, que fomenta fuertemente la participación ciudadana, que está construida con la fuerza de la gente, cuyo programa está basado en dar impulso a los plebiscitos, las consultas ciudadanas, el presupuesto participativo.

Voy de candidato liderando un proyecto comunitario y en conjunto con una muy potente lista de candidatos a concejales.
¿Qué posibilidades tiene el Partido Humanista de elegir en esa comuna un alcalde?
Estamos plenamente preparados para dirigir la comuna y lo sabemos hacer, trabajando con la gente. Tenemos experiencia, hemos estado en otras alcaldías y contamos con un excelente equipo de profesionales. La decisión ahora pasa por los ciudadanos de Santiago, que tienen dos opciones: seguir votando por los mismos de siempre o apoyar una alcaldía que priorizará la plena participación ciudadana en la solución de los conflictos y necesidades de nuestra comuna.
Santiago es una Comuna que tiene 20 mil inmigrantes; muchos de ellos viven en la pobreza, delinquen, están involucrados en las redes de narcotraficantes y de prostitución. ¿Cuál es su propuesta al respecto?
Lo veo de otra manera. La gran mayoría de los inmigrantes son gente honesta, trabajadores, profesionales y técnicos esforzados, que han llegado a la capital de nuestro país en busca de nuevas posibilidades para ellos y sus familias. Valoramos mucho su aporte y consideramos que el buen trato hacia ellos será el reflejo del buen trato que aprendamos a darnos entre todos nosotros.
Los inmigrantes deben tener los mismos derechos que cualquier chileno en salud, educación, derechos laborales, vivienda, etc. Entonces nuestro desafío es mejorar la calidad de estos servicios para todos los habitantes de nuestra comuna. Y quienes delinquen, se trate de inmigrantes o de chilenos, deberán enfrentar a la justicia.
Buscaremos acrecentar la seguridad de nuestra comuna en base a lo que es nuestro primario en todo lo que hacemos: apoyarnos en la fuerza de la gente, ahí está la diferencia, nosotros sí creemos en la gente, le tenemos afecto, consideramos que no se la puede dar la espalda.
También para los asuntos de seguridad nos apoyaremos en programas de participación ciudadana, de generación de espacios comunitarios y fortalecimiento del diálogo y la comunicación vecinal. Todo es con la gente y nadie sobra!
Entre su candidatura, la del candidato del Partido Igualdad, la de la otra candidata del Partido Progresista, dividen los votos de la gente que no favorece ni a la derecha ni a la coalición de gobierno. Es decir, dispersan todos los votos de las corrientes sin representación parlamentaria. ¿Cómo es que no han podido ponerse de acuerdo?
La diversidad no es mala; es buena. En Chile nos hemos acostumbrado a la uniformidad, a los monopolios, a las candidaturas únicas y necesitamos recuperar el valor de lo diverso. La diversidad es buena, es sana, es señal de que existen muchas propuestas y organizaciones dispuestas a trabajar por la comuna. De todos modos si salimos electos, abriremos las puertas del municipio para incorporar a las diferentes alternativas que se presentan en esta elección.
¿Con esta dispersión de votos, lo más probable es que la derecha vuelva al sillón alcaldicio?
Si la derecha vuelve a la alcaldía, la responsabilidad es de quienes han estado en el gobierno municipal durante los últimos cuatro años, no de quienes nos venimos a presentar ahora. Ese chantaje ya lo conocemos: se insiste en que nos restemos para que sigan los mismos de siempre. Mucho más grave que la dispersión de votos en la izquierda, es la escandalosa relación de la actual alcaldesa con aportes de SQM a su partido. Entonces es lícito preguntarse: ¿Por qué no se baja ella en favor de una nueva opción? ¿Por qué insiste en seguir como alcaldesa después de evidenciarse que está envuelta en el financiamiento irregular de su partido?
¿Cuál es su opinión de Carolina Tohá, citada a declarar por el financiamiento que recibió el PPD de SQM, cuyo gerente general era el yerno de Pinochet?
Tal como dije antes, me parece escandaloso que la hija de José Tohá esté envuelta en un caso de financiamiento irregular a su partido mientras lo presidía. Más grave aún es que este financiamiento provenga justamente de las arcas del yerno de Pinochet. Es parte de la incoherencia actual de la política, y corrupción que los humanistas queremos modificar.
En política nunca se da un paso sin pensar en el siguiente. En este caso, ¿dónde apunta el Partido Humanista?
Estamos apuntando a tener alcaldes que muestren un nuevo modo de gobernar en las comunas, con democracia directa y participativa, con la gente, buscando producir el efecto demostración de que es posible construir gobiernos comunales participativos, que inspiren a replicar ese modelo acotado territorialmente a una escala más amplia, capaz de vigorizar a la política.
También aspiramos a elegir concejales que impulsen un trabajo muy cercano a la gente, en los frentes de acción organizados en torno a los conflictos que se viven y que también sean los que ejerzan el control de la gestión municipal.
Por último, mas allá de las elecciones de octubre, apuntamos a colaborar en la formación de una bancada alternativa al duopolio, eligiendo diputados humanistas que, junto a los de Revolución Democrática, los Autónomistas, y de otras corrientes nuevas, generen una fuerza parlamentaria diferente, que esté a favor de cambios profundos que tanto necesita nuestra sociedad.
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